En la Biblia encontramos una historia muy difícil de comprender. En Génesis 22 leemos que Dios le pidió a Abraham que ofreciera a su hijo único en sacrificio. De acuerdo al Antiguo Testamento, este pedido es opuesto al carácter moral Dios ya que él le prohíbe esas prácticas a su pueblo (Deuteronomio 12:31, 18:10; Levíticos 18:21; Jeremías 7:31). ¿Por qué Dios le pide a Abraham que sacrifique a su hijo, cuando Él está en desacuerdo con esa práctica?

Muchos cristianos deducen que Dios quería probar la fe de Abraham. Pero quizá Dios quiso probarle a Abraham que él tenía suficiente fe para llevar a cabo la comisión dada en Génesis 12.

Dios escogió una pequeña nación, y un hombre sin descendencia, como fundación de su plan de salvación para todo el mundo. El plan que culmina con Jesús muriendo por los pecados de toda la humanidad, y resucitando en gloria, comenzó con el llamado de llamado Abraham (Gálatas 3:29). A pesar de la gran responsabilidad que Dios puso sobre Abraham, el obedeció, dejó su país y emigró a una tierra desconocida.

En algunas ocasiones Abraham dudó su capacidad o la veracidad de su llamado y tomó cartas en el asunto (Génesis 16:1-4, 17:17). Pero Dios tenía una tarea específica para Abraham y sabía que el necesitaba confianza en sí mismo para llevarla a cabo. Dios reconoció la gran fe de Abraham, aun cuando él no sabía que la tenía. En su amor, y para ayudarle a deshacerse de cualquier otra duda, El Señor le pide el último sacrificio, la ofrenda de su hijo Isaac. Abraham obedece, y a la penúltima hora, Dios lo libera (Génesis 22:12). Después de esta prueba, Abraham no solo confiaría en del plan de Dios a ciegas, pero también podría poner a un lado cualquier duda sobre sí mismo. Si el Señor lo llamó, es porque el sabía que Abraham tenía la fe necesaria para seguirle; no había necesidad de probarla.

De la misma manera, el Señor nos llama a ciertas misiones y a veces vacilamos porque pensamos que no somos suficientemente educados, valerosos, o equipados. Pero si Dios nos llama, él ya sabe que podemos; los que tenemos que aceptar ese hecho somos tú y yo.

Pasos para la Salvación

La Biblia dice que Dios te ama y te cuida como persona (Juan 3:16). La humanidad ha sido separada de Dios por el pecado (Romanos 3:23). Dios envió a su Hijo como provisión para nuestra salvación a través de la muerte de Jesucristo en la cruz y su resurrección de los muertos (Romanos 5: 8). Haciendo buenas obras no es suficiente (Efesios 2: 8-9), pero recibir El don gratuito de salvación es (Juan 1:12). Puedes invitar a Jesucristo a tu vida ahora mismo orando algo como lo siguiente: Querido Dios, sé que soy un pecador. Necesito tu perdón y gracia. Creo que Cristo pagó la pena por mi pecado, y murió en mi lugar, y resucitó de los muertos. Invito a Jesucristo a venir a mi vida como Salvador. Gracias por salvarme de mi pecado y hacerme tu hijo Ayúdame a crecer y aprender cómo servirte. Amén

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